María de Villota marcó un camino. La tristemente desaparecida piloto madrileña hizo oídos sordos a aquellas voces que le aconsejaban que se rindiese, que lo de los coches era una cosa de hombres, que no cumpliría su sueño. El tiempo acabó callando a los escépticos y dando la razón a De Villota, que logró dedicarse profesionalmente al automovilismo. Ese ejemplo es el que toma para sí misma Marta Ariza. Nacida en Benavente en el año 1996, Ariza se ha convertido en la primera mujer en recibir la Beca Santander para jóvenes promesas del ‘karting’. La zamorana ha logrado ya varios podios en el Campeonato de España de la especialidad, es la única chica que participa en las prestigiosas Series Rotax, y el pasado año representó a España en la Winter Cup, una prueba de carácter continental organizada también por Rotax, un conocido fabricante de karts. Sus objetivos para esta temporada son superar sus resultados en el Campeonato de España y las Series, pero la concesión de la beca le abre otras vías: «Es un paso hacia delante, con la beca voy a empezar a hacer tests con Fórmulas. Este año me lo tomo como aprendizaje y adaptación a los monoplazas. A final de año iremos a Italia, a la Ferrari Driver Academy, para hacer tests, lo que es algo muy importante». Si los pilotos becados por el Santander confirman su progresión, pueden tener la posibilidad de entrar en la Ferrari Driver Academy, una institución que sirve como cantera de pilotos para la escudería Ferrari, y de la que han salido nombres de la talla del mexicano Sergio Pérez, actual corredor oficial del equipo Force India. Álex Palou, ganador en 2012 de la beca, ya ha podido probar en las instalaciones que tiene la ‘Scuderia’ en Maranello y ese es el propósito que tiene Ariza para finales de año. La benaventana confía en poder convertirse en la primera mujer que entra en la academia y espera que esa preparación en manos de Ferrari le sirva para poder competir en Formula 3 a partir de 2015; aunque sin la ayuda de patrocinadores, ese propósito es poco menos que utópico: «Si tenemos apoyo económico de los patrocinadores podríamos hacer la temporada en Formula 3, pero ahora está la cosa muy mal y nadie quiere invertir en este tipo de deportes».
El hecho de que Ariza sea una de las pocas chicas dentro del mundillo no le asusta, y aunque es una circunstancia que no pasa inadvertida ni para ella misma, es algo que lleva con «orgullo» y personalidad, ya que no le afectan las críticas. Ariza, sin embargo, admite que no es fácil, pero a pesar de las voces que le han advertido ella lo tiene claro: «Lo llevo muy bien, con orgullo. Cada uno puede opinar lo que quiera y hay gente que dice que las mujeres no podemos llegar a ser pilotos, pero yo estoy demostrando que puedo estar ahí de sobra». El entrenamiento de la zamorana consiste en preparación técnica en el circuito de Castroponce; preparación física, para lo que cuenta con un entrenador personal y, también, preparación mental, un detalle al que Ariza otorga una trascendencia capital para su carrera automovilística: «Hay que tener mucha concentración encima del kart, hay que estar a todo y por ello la preparación mental es clave». Esta estudiante de gestión administrativa reconoce que le cuesta compaginar su vida académica con los circuitos, pero que es algo que logra superar con la ayuda de sus profesores: «Tengo el apoyo de mis profesores y gracias a ellos voy aprobando los cursos. Desde que era muy pequeña estoy metida en esto y falto muchísimo a clase, pero con esa ayuda y con esfuerzo lo consigo sacar adelante bastante bien».
Una vida en los circuitos
Marta Ariza se subió por primera vez a un kart con tan solo 9 años; aun así, su pasión por el mundo de la velocidad surgió casi por genética, ya que su padre es un apasionado de las motos. La piloto afirma que a nivel personal no le supone ningún esfuerzo pasar tanto tiempo a los mandos de un kart, lo que ha hecho granjearse multitud de amistades: «Mi vida es el ‘karting’, tengo muchos amigos en Benavente, pero sobre todo en las carreras. La verdad es que siempre he estado metida en esto. Paso mucho tiempo en los circuitos así que es normal». Desde hace prácticamente un año, Marta lanzó una academia para formar a jóvenes pilotos, la Ariza Racing School (ARS), que actualmente cuenta con 10 niños en sus filas. Tiene fijada su sede en el circuito de ‘karting’ de Castroponce, en León, que se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Benavente. Ariza se encuentra muy ilusionada con este proyecto, que espera consolidar y, por qué no, expandir en el futuro. Su promotora asegura que lo creó para evitar que los niños que quisieran empezar en el karting sufrieran los mismos problemas que tuvo ella en su aprendizaje: « Yo no tuve la oportunidad de tener a nadie que me apoyase ni me enseñase cuando empecé; surgió la idea de empezar a ayudar a niños que quisieran iniciarse. Creo que es muy positivo para ellos tener a alguien que les diga lo que van haciendo bien y lo que van haciendo mal». Ariza dice que lo más que le llena de esta experiencia son los avances de los niños después de este tiempo. «Muchos niños han empezado de cero, sin saber nada, y ahora van ganando competiciones y progresando cada día. Eso es lo que me hace sentir más orgullosa después de estos meses en la escuela.»
Cuando se le pregunta por sus sueños, Ariza se muestra ambiciosa, pero con los pies en el suelo. Sabe que llegar a la Fórmula 1 no es fácil y depende de muchos otros factores, aparte del talento y el sacrificio. Por ello, la benaventana no descarta otras vías: «Todo el mundo tiene como meta llegar a la Fórmula 1 pero al final acaban llegando muy pocos. Por supuesto que mi sueño es llegar a ella, pero hay muchos otros caminos para llegar a ser profesional de este deporte, como son los campeonatos de turismos. No descarto nada», argumenta la joven piloto zamorana.
Marta Ariza siempre ha resaltado una figura como ejemplo en su carrera. Y no es otra que la de María de Villota. La piloto que llegó a ser probadora oficial del conjunto ruso Marussia, el espejo en el que se mira Ariza. El recuerdo de la madrileña es el impulso que utiliza Ariza para no decaer y perseverar en su lucha por convertirse en un referente del automovilismo. La benaventana no duda en afirmar que María de Villota ha marcado su vida deportiva: «María de Villota era una luchadora nata tanto en su vida deportiva, como en su vida personal. Aunque las cosas le salieran mal, ella siempre mostraba una sonrisa y daba lo máximo. Ella es el claro ejemplo de que quien la sigue la consigue», apunta emocionada una Ariza que espera tener la suerte que la vida le negó a De Villota.

Noticia publicada en El Norte de Castilla y fotos extraídas del blog de Marta Ariza